sábado, 22 de agosto de 2009

El Rojo hizo historia en el debut: ganó por primera vez en Campana















¡Qué manera de empezar, Camba! ¡Qué triunfo notable! Sí, Defensores de Cambaceres arrancó con el pié derecho el campeonato y ganó por primera vez en Campana. Fue 1 a 0 ante el bravo Villa Dálmine, mostrando solidez, personalidad y efectividad.
El Rojo se trajo tres puntos de oro en su primera presentación del torneo frente a un rival que se reforzó para pelear arriba.
La victoria la sustentó en el orden general que mostró el equipo, en la solidez defensiva (el arquero Martín Zurlo y Julio San Esteban fueron dos baluartes detacados), en la personalidad para manejar los tiempos del partido, en la entrega para luchar cada pelota y en la efectividad en saber aprovechar una de las pocas situaciones que generó en la tarde. Quedó en deuda en cuanto a la generación de juego y a la profundidad ofensiva. Sin embargo, para empezar no está nada mal. Claro que no. Es una victoria importantísima, en una cancha históricamente adversa, y que le va a dar impulso a un equipo en formación y que hoy tuvo siete debuts en cancha.
Dálmine mostró mejores intenciones en la primera mitad. Del juego de sus volantes, especialmente por Coronel y las intervenciones de Gorosito, nacieron sus mejores momentos. Zurlo tuvo dos tapadas de mucha valía en esa etapa. El Rojo perdía el medio campo, porque Jones no encontraba la marca y Manes aparecía muy discontinuo. Fue interesante el despliegue de Pesoa por el sector derecho. Pero, arriba generaba escaso peligro. Así iba transcurriendo la historia, sin muchas emociones, cuando sobre los 40 minutos, Diego Jaime peleó contra la raya una pelota que parecía perdida, metió un sombrero al defensor y el arquero Pablo De Nicola lo derribó de manera infantil. Julio San Esteban le dio con un caño al penal, al centro del arco, y abrió el marcador.
Camba creció en el segundo tiempo. Ya estuvo más activo con la pelota en la franja central. Llevó al cotejo al camino que más le convenía y pudo controlar a su rival, con dos líneas de cuatro. Recién un tiro libre de Lesdema, cerca de la media hora, sacudió a los presentes al estrellarse en el travesaño. Allí reaccionó el local, que se jugó con todo por el empate. Pero el Rojo respondió bien en defensa. Zurlo descolgó todos los centros que le tiraron y San Esteban se encargó de despejar cuanta pelota llegar al área.
Llegó el final y el Rojo se abrazó a una victoria muy festeja como para empezar pisando fuerte en el certamen.